“Nuestros enfermos están ahí dentro y tenemos miedo, no nos dicen nada”, expresa la señora Verónica quien se encuentra a las afueras del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).

Ante la presencia de coronavirus en ese hospital, la madre de Gerardo dice que las autoridades únicamente les han pedido que utilicen cubrebocas y gel antibacterial.

“Estamos preocupados, no me puedo ir y dejar a mi paciente aquí, sólo me queda pedirle a Dios que me lo cuide”, añade Verónica con la voz entrecortada y con un mascarilla blanca que cubre la mitad de su rostro.

Menciona que lo único que saben del paciente que está ingresado por el coronavirus, es que está aislado, sin embargo, expresa que eso no les da la garantía de que los demás pacientes se puedan contagiar.

“Esperemos que en el hospital tengan la situación controlada”, añade la mamá Gerardo, el joven que padece de insuficiencia pulmunar y está en el INER desde el domingo 23 de febrero.

Afirma que las autoridades sí están dejando pasar a familiares a la Sala de Espera, pero detalla que no se les permite el acceso directo con los enfermos.

“A partir de que salió la noticia, los informes se han tardado mucho, no los están dando en el horario que corresponde”, denuncia.

Tensión por coronavirus

A los alrededores del INER se respira un ambiente de tensión que invita a los que pasan por ahí a utilizar cubrebocas y llenarse de gel antibacterial las manos.

La puerta que da el acceso a la Sala de Urgencias se mantiene resguardada por un policía que tiene una mascarilla color carmín y guantes de látex, en dicho sitio se observa únicamente a dos pacientes en espera de ser atendidos.

Frente a esa puerta, un puesto de periódicos vende las portadas de los diarios nacionales, revistas, dulces y también cubrebocas, estos últimos a un precio de seis pesos cada uno.

Asimismo se visualiza la salida y entrada de médicos del Instituto, quienes en su mayoría no portan cubrebocas ni guantes.

Este viernes, México se convirtió en el segundo país de América Latina donde se ha propagado el coronavirus, luego de que un hombre en Ciudad de México y otro en Sinaloa, que estuvieron antes en Italia, dieron positivo a pruebas de laboratorio.

El primer individuo, un residente de Ciudad de México de 35 años, “está en condiciones de salud estable”, dijo Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Secretaría de Salud en conferencia de prensa.

“Tiene una enfermedad leve, leve se refiere a que no tiene neumonía, tiene los síntomas parecidos a un catarro. Es un individuo joven de modo que es de muy bajo riesgo”.

El joven, un caso “índice”, y “toda su familia”, compuesta por otras cinco personas, “está en aislamiento” en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, indicó el funcionario.

A partir de este caso, las autoridades sanitarias hicieron un estudio de contactos en el que localizaron “un segundo caso que está en Sinaloa”, añadió López-Gatell.

“Es un individuo de 41 años que se encuentra actualmente en un hotel”, que fue confirmado por el laboratorio del sistema de salud regional, prosiguió.

Las pruebas de ese hombre, que se encuentra en un hotel en Sinaloa pero es residente del estado de Hidalgo, serán analizadas por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos, pero “por la asociación epidemiológica con el otro caso, se da ya por confirmado”, apuntó el funcionario.

En Sinaloa las autoridades sanitarias iniciaron la búsqueda de los pasajeros que llegaron junto con el hombre contagiado, que son “decenas”, en un vuelo procedente de Ciudad de México, dijo el secretario de Salud regional, Efrén Encinas.

Por lo pronto, el individuo que está en el hotel está aislado, pero si su estado de salud se complica será trasladado a un hospital, aseguró el funcionario.

Brasil fue el primer país de América Latina en registrar un caso de la epidemia, surgida en China y que se expande por el mundo.