Tunear una bicicleta eléctrica, cómo lo hacen y los peligros que conlleva – WWWhats new?

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    Las bicicletas eléctricas o e-bikes son parte de las nuevas soluciones de movilidad urbana en las ciudades modernas. Podemos verlas en numerosas iniciativas públicas, disponibles para todo usuario y también disponibles en el mercado para particulares.

    Junto con la aparición de estas bicicletas de pedaleo asistido y su creciente adopción, ha surgido una práctica que la Asociación de Marcas de Bicicletas de España (AMBE) y la Confederación Europea de la Industria de la Bicicleta (CONEBI) han catalogado como una “gravísima responsabilidad”: la manipulación de los motores eléctricos auxiliares y los sistemas de control de estos vehículos.

    Cómo hackean una bicicleta eléctrica

    Una bicicleta eléctrica puede ser manipulada de varias formas, pero principalmente se busca:

    – aumentar la entrega de potencia
    – aumentar la velocidad máxima de funcionamiento del motor auxiliar eléctrico

    Muchas veces puede hacerse directamente con software, ya que la bicicleta adquirida sí consigue llegar a más velocidad, pero se ha limitado para cumplir la legislación europea. En ese caso, se pueden bajar de Internet parches para burlar al software y eliminar ese límite.

    En otras ocasiones se compran kits que permiten la alteración de esos límites, apareciendo en algunos casos el modo off-road para permitir que la velocidad supere los 25 km/h. En Youtube es muy sencillo encontrar trucos que sirven para varios modelos, como este:

    o éste:

    Lo que dice la ley

    Actualmente, conforme a lo que la legislación establece, las bicicletas eléctricas pueden contar con un sistema de asistencia al pedaleo que alcance un máximo de 25 km/h, mediante un motor eléctrico auxiliar, con una potencia nominal máxima continua de hasta 250W. Estas regulaciones están consagradas en el Reglamento EU 168/2013, la Norma Europea 15194:2017, el Real Decreto 339/2014 y el Reglamento General de Vehículos y R.G. de Circulación.

    Estas condiciones permiten que ante la ley estos vehículos sigan siendo considerados como bicicletas, a pesar de ser ejemplares motorizados. Una bicicleta eléctrica modificada o “tuneada” para funcionar a una velocidad mayor pierde de inmediato su condición de tal, pasando a ser en consecuencia un vehículo a motor. Y como se sabe, un vehículo a motor trae consigo requisitos más estrictos para circular por la vía pública, como su respectiva homologación CE y su pertinente Tarjeta ITV. Además, debe contar con su respectiva matrícula, seguro y quien la conduzca debe contar con la licencia de conducir correspondiente.

    El peligro de tunear una bicicleta eléctrica

    Por lo mismo, junto con repasar las indicaciones recién mencionadas, la AMBE y la CONEBI emitieron un comunicado en conjunto, mediante el cual señalan que todo usuario de dichas bicicletas de pedaleo asistido “tuneadas”, además de perder toda garantía o derecho a reclamo por el estado de su producto ante los fabricantes, eventualmente estarían incurriendo en infracciones administrativas o, incluso, penales, al conducir sin matrícula, permiso de conducir, seguro obligatorio e incluso casco, los cuales en el caso de las motocicletas son más robustos que los de bicicletas.

    El comunicado de ambas organizaciones señala también que su llamado de alerta no se extiende únicamente a los usuarios de estos vehículos modificados, puesto que también tienen parte en esto los comerciantes minoristas. En caso de que estos colaboren en el proceso de “tuneo”, tanto de forma directa, como también mediante la comercialización de kits dedicados a esta práctica, podrán estar incurriendo en la incitación a una infracción administrativa, incurrir en una responsabilidad legal en caso de daños personales o materiales del usuario, además de poder perder la cobertura de los seguros con los que cuente su comercio, y, más aún, estarán colaborando en la expansión de una práctica irresponsable que, de seguir creciendo, terminaría con las condiciones beneficiosas de las que gozan actualmente las bicicletas de pedaleo asistido.

    Ese último punto es uno de los más importantes. Si estas prácticas ilegales continúan, podrían derivar en que las bicicletas eléctricas dejen de ser consideradas como bicicletas convencionales ante la ley. Más que un mero tema de denominación, esto traería consigo una eventual restricción de uso no sólo en su circulación por las vías públicas, sino que también, podrían incluso terminar derechamente prohibidas en espacios naturales como ya lo fueron las motocicletas, cercenando por completo todo un sector de actividad que entre otras cualidades, destaca por ser una alternativa amigable con el medioambiente.

    A causa de todo lo mencionado, AMBE y CONEBI resaltan la responsabilidad que todos los interesados e implicados en el cumplimiento de estas regulaciones, haciendo un llamado a tomar todas las medidas a su alcance para luchar contra la manipulación no autorizada de estas bicicletas, con el fin de preservar el estatus legal del que actualmente gozan y así seguir aprovechando las bondades que ofrecen.

    Puedes revisar el comunicado emitido por ambas organizaciones siguiendo este enlace.

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