El hombre debió retornar al penal donde cumple el último período de una condena a 18 años por secuestro extorsivo.

En medio de la polémica desatada en Argentina por la liberación de personas detenidas en el marco de la pandemia de coronavirus, un hombre que había sido beneficiado con la prisión domiciliaria fue atacado por sus vecinos, que quisieron lincharlo, informó el diario La Nación.

El hecho ocurrió en la ciudad de Esquel, en la provincia patagónica de Chubut, y quedó registrado en un video que fue rápidamente viralizado en las redes sociales.

El pasado 27 de abril, Pablo Sommaruga, condenado en 2004 por un caso de secuestro extorsivo, fue trasladado a su vivienda bajo la custodia de personal policial. Sin embargo, al descender del vehículo, un grupo de vecinos comenzó a agredirlo, lanzándole puñetazos y piedras.

Sommaruga recibió un corte en su cabeza y “golpes por todos lados”, según declaró luego al portal ESQnoticias. Los efectivos penitenciarios debieron regresarlo al penal Nº 14 de Esquel, donde cumplía una pena de 18 años y ya había sido autorizado para salidas transitorias.

El hombre aseguró a la prensa que no es un violador ni tampoco tiene un perfil de asesino, y que fue beneficiado por la justicia por su buen comportamiento. También contó que la semana que viene será padre y que su esposa está actualmente “en el hospital, con contracciones”. 

“Entiendo que la gente esté loca por la situación, pero quiero aclarar que no estoy detenido por violación ni delitos contra niños. “Cometí errores pero los pagué ante la Justicia”, dijo el hombre. Y agregó: “Los golpes no importan, ya recibí muchos en mi vida”

El (falso) debate sobre la liberación de "violadores y asesinos" que alteró la agenda de Alberto Fernández en Argentina

Tal como ocurre en otros países, en Argentina se están siguiendo las recomendaciones de Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), respecto a tomar medidas sanitarias en los penales y otorgar excarcelaciones y prisión domiciliaria para descomprimir los establecimientos correccionales. De esa manera, se pretende evitar el contagio masivo de internos y personal penitenciario. 

“Campaña malintencionada”

El miércoles, el presidente de Argentina aseguró que existe una “campaña malintencionada” provocada desde los medios y las redes sociales, para acusar al Gobierno de “facilitar una liberación masiva de presos”.

El mandatario aclaró que el tema está en manos de la Justicia, y responde a las recomendaciones de los organismos internacionales.  

“El riesgo de contagio se potencia en los lugares de mucha concentración humana por lo que las cárceles se convierten en un ámbito propicio para la expansión de la enfermedad“, manifestó.