El cohete Falcon 9 puso en órbita este sábado a dos astronautas en el primer viaje espacial tripulado de una compañía privada, el primero desde lanzado desde EE.UU. en nueve años.

Diecinueve horas después de su exitoso lanzamiento desde Cabo Cañaveral, en Florida, la nave espacial Crew Dragon de SpaceX, en la que viajan dos atronautas de la NASA, Douglas Hurley y Robert Behnken, se acopló este domingo a la Estación Espacial Internacional (EEI).

El ensamblaje de la cápsula se realizó de forma automática, aunque los astronautas estaban preparados para asumir el control de la nave y atracar la estación manualmente.

La Crew Dragon fue puesta en órbita por un cohete Falcon 9 de Space X, la empresa espacial de Elon Musk, que despegó desde el Centro Espacial John F. Kennedy a las 19:22 GMT del sábado. 

Tras acoplar la nave con éxito a la EEI, Hurley y Behnken tuvieron que esperar hasta que las computadoras completen las pruebas necesarias para garantizar que el sellado entre la nave y la estación es completamente hermético, un proceso que requiere varias horas. Una vez terminado, los astronautas fueron bienvenidos a bordo de la estación y se sumaron a la tripulación de la Expedición 63 a las 17:02 GMT.

La duración exacta de su estancia en la EEI se determinará en función de diferentes factores. No obstante, según la NASA, la cápsula que se utiliza en esta prueba de vuelo está diseñada para permanecer en órbita hasta 110 días, plazo que en el futuro se ampliará a 210.

SpaceX Demo-2

Las misión, bautizada SpaceX Demo-2, ha pasado a la historia como el primer viaje espacial tripulado dirigido por una compañía privada. Asimismo, se trata del primero en nueve años lanzado desde suelo estadounidense desde 2011, cuando la NASA puso fin a su programa de transbordadores espaciales.

Desde entonces, la agencia espacial estadounidense ha trasladado a sus astronautas hasta la EEI mediante los cohetes Soyuz de la Agencia Espacial Federal de Rusia, a cambio de cientos de millones de dólares. El lanzamiento ha sido de vital importancia para EE.UU., que busca no depender la tecnología rusa en el relanzamiento de su carrera espacial 

En ese sentido, la NASA indica en su página web que su prioridad principal pasa por abrir “una nueva era de vuelos espaciales tripulados”,en la que “astronautas estadounidenses vuelvan a ser lanzados en un cohete estadounidense desde suelo estadounidense”.

Inicialmente, el comienzo de la misión estaba programado para el miércoles 27 de mayo, pero debido al mal tiempo la agencia espacial tomó la decisión de posponer el lanzamiento. La cuenta regresiva fue suspendida menos de 17 minutos antes del despegue. Aunque el clima amenazó nuevamente la segunda tentativa del sábado, el despegue se completó con éxito.

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