Una agrupación que defiende las libertades civiles presentó una carta de protesta contra la Policía de Detroit.

Un hombre afroamericano fue detenido en enero de este año en Detroit (EE.UU.), debido a un error del sistema de reconocimiento facial, que lo identificó como un delincuente. El hecho es el primero de estas características, anunció este miércoles 24 de junio la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), que presentó una queja formal contra la fuerza por la utilización de un dispositivo definido como “racista”.

La víctima fue Robert Williams, quien fue arrestado en su casa, delante de su esposa y sus dos hijas, como sospechoso de haber robado relojes en un comercio. La Policía de Míchigan (Detroit) llegó a él tras comparar una imagen borrosa tomada por la cámara de seguridad del local con las fotografías de la base de datos de las licencias de conducir.

Además, le mostraron las fotos a una persona de seguridad del comercio, que no había presenciado el robo, y basado solo en la imagen borrosa lo identificó como el culpable.

Mientras estuvo detenido, Williams vio las imágenes de la cámara de seguridad y la foto borrosa con la que se lo vinculó y aseguró que esa persona no era él. “Espero que no piensen que todos los hombres negros se parecen”, se quejó. Finalmente, pasó unas 30 horas en la cárcel antes de ser liberado, y la Policía reconoció que la detención había sido equivocada. 

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“Nunca pensé que iba a tener que explicarle a mis hijas por qué su papá fue arrestado”, expresó, antes de preguntarse por qué las fuerzas de seguridad están habilitadas a utilizar la tecnología de reconocimiento facial si hay estudios que comprobaron que cometen errores en la identificación de personas asiáticas y negras.

“Incluso si esta tecnología se vuelve precisa (a expensas de gente como yo), no quiero que los rostros de mis hijas formen parte de alguna base de datos del Gobierno”, afirmó.

En ese sentido, insistió en que no quiere que ellas tengan un registro policial por algo que no hicieron, como le ocurrió a él.

Por su parte, ACLU aseguró que “la tecnología de vigilancia es peligrosa cuando está equivocada y cuando es correcta”, a la vez que aseguró que si ese sistema “racista” funciona de manera adecuada, sirve para “automatizar los defectos del sistema”, con lo que se convierte en una “herramienta más eficiente de opresión”.