La llegada de empresas financieras tecnológicas, mejor conocidas como Fintech, ha abierto la posibilidad de acceder a productos con un mejor costo, con el objetivo de conquistar a nuevos clientes. En el caso de México, en meses recientes comenzaron los anuncios de varias firmas que ofrecen tarjetas de crédito sin comisiones, lo que significa una oportunidad para las personas que nunca han tenido acceso a servicios bancarios.

Una de las apuestas más agresivas la hizo recientemente el banco brasileño Nubank, que trae al territorio nacional un plástico de ese tipo, con una tasa de interés de 47%.

La firma, considerada como la entidad tecnológica en el rubro más grande de Latinoamérica, es una fuerte competidora en su nación de origen respecto a los bancos tradicionales, y advierte que quiere ganar una amplia participación en el mercado mexicano.

“No queremos desestimar a ninguno de los competidores, pero tenemos una seria apuesta por México. No venimos a ser un jugador de nicho, ya que queremos llegar a millones de ciudadanos y nos gustaría ser de los principales jugadores del sector financiero”, explica a EL UNIVERSAL el director para este país de Nubank, Emilio González.

Desde inicios de marzo, la tarjeta ya está disponible para los usuarios mexicanos, a través del sitio de internet oficial de la empresa, en el que se han rebasado las 300 mil solicitudes y se espera un fuerte crecimiento en los próximos días, principalmente del segmento de la población que previamente no tenía posibilidades de acceder a un plástico de bancos tradicionales.

De acuerdo con el directivo, esta tarjeta de crédito carece de cobros por anualidad, comisiones ocultas, contratos incomprensibles y tampoco es necesario acudir a ninguna sucursal. En tanto, se pueden realizar compras en el extranjero y se analiza la posibilidad de ofrecer la opción de meses sin intereses.

Además de este importante jugador, existen alternativas de menor tamaño que también buscan ofrecer esta opción a los mexicanos. La firma Klar ofrece una tarjeta sin costo por apertura de cuenta ni envío; tampoco tienen cobro de anualidades o mensualidades, transferencias, saldos mínimos o inactividad.

“Klar es la alternativa a la banca, que tiene como objetivo ofrecer una tarjeta clara y accesible, en la que no existan letras pequeñas y nuestros socios dejen de pagar montos innecesarios y comisiones para manejar o usar su dinero”, afirma la empresa.

   El mercado mexicano también tiene alternativas en el segmento de débito distintas a los bancos, que, además de no cobrar comisiones, ofrecen a los usuarios una alternativa para reducir el uso de efectivo.

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Marcas como Albo o Enso apuestan por captar a nuevos clientes con sus tarjetas de débito, al considerar que poco a poco los medios digitales de pago se consolidan entre las preferencias, principalmente de la población más joven.

Este tipo de plásticos se pide a través de aplicaciones móviles y, en algunos casos, pueden llegar al domicilio del solicitante en cuestión de horas. Asimismo, pueden utilizarse entre los productos de los bancos tradicionales.

“En Enso evitamos tomar las comisiones como una herramienta para hacer dinero; por ello, las transferencias que se realizarán entre bancos no tendrán un costo para nuestros usuarios. Las comisiones que los bancos suelen cobrar son absorbidas por nosotros”, explica la empresa.

La oferta clásica

El estudio Tendencias de medios de pago, de la firma Minsait, muestra que México tiene la tasa de uso de tarjetas de débito más alta en América Latina, con cinco plásticos de débito por cada tarjeta de crédito. Así, los usuarios del país superan a naciones como Argentina, Brasil, Chile y Colombia.

En tanto, al momento de pagar con tarjetas de crédito, 55.6% de los connacionales prefiere diferir el desembolso a plazos, mientras que 46.4% opta por que se cargue el total de la compra en un solo pago, arroja el análisis.

A la par, se mantiene el gusto por los meses sin intereses: 87.3% de los mexicanos que prefieren pagar a plazos se inclinan por esta modalidad, aunque eso signifique que la transacción se realice en menos mensualidades.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), al cierre de enero pasado el crédito otorgado a través de tarjetas tuvo un aumento anual de 1.7% en términos reales y se ubicó en 401 mil millones de pesos.

Cabe recordar que por ley, los bancos deben ofrecer un plástico básico sin comisiones, el cual tiene crédito topado en 11 mil 500 pesos, además de que no ofrece beneficios adicionales como recompensas, devolución por compras, entre otros.

Sin embargo, algunas entidades financieras apuestan por ofrecer una variedad de servicios sin costo, con la finalidad de ganar clientes, principalmente entre jóvenes que apenas inician su trayectoria laboral.

En ese sentido, con el paso del tiempo, la tarjeta de crédito se ha diversificado en el mercado mexicano. Varios bancos han quitado comisiones a cambio de un mayor uso por parte de sus clientes, quienes también han aprendido a usar el producto.

Actualmente cada vez más personas evitan tener que pagar intereses, de manera que el negocio de los bancos está en la colocación de un número creciente de plásticos.