Rutas canceladas por tiempo indeterminado, devolución de pasajes, aviones que despegan casi vacíos y empleados cesanteados a causa del coronavirus. La mayoría de las aerolíneas, incluso las más importantes, se enfrentan a fuertes turbulencias que ponen en riesgo su subsistencia por la abrupta caída en sus ingresos.

Está claro que los efectos negativos en la industria de los viajes por la expansión del coronavirus seguramente serán mayores que los perjuicios en la salud de la población a nivel global.

Las pérdidas en la industria aerocomercial serán de US$ 27.800 millones y el primer declive en la demanda de pasajeros en casi dos décadas, según estimaciones de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo.

La mayoría de las aerolíneas internacionales suspendió sus rutas hacia China: el 80 % del total de las conexiones aéreas con el gigante asiático está cancelado. También se restringieron de manera drástica los vuelos hacia Corea del Sur, Irán y en los últimos días a Italia. (Latam y American Airlines, por ejemplo, cancelaron los vuelos a Milán).

Pero también, por la baja demanda a nivel internacional en general, se suspenden y reprograman vuelos a diario, incluso en ciudades y países alejados del brote de coronavirus.

Las aerolíneas más perjudicadas por la crisis del coronavirus son lógicamente las chinas que, poco a poco están restableciendo sus vuelos de cabotaje y por la baja ocupación ofrecen tickets a precios ridículos. Por ejemplo Juneyao Airlines Co. vende vuelos de más de tres horas de duración en el mercado interno por 13 dólares. Las pérdidas de las aerolíneas chinas ascenderían a más de 12 mil millones de dólares.

Hainan Airlines, que era propiedad del grupo HNA pasó a manos del gobierno chino por no poder superar la crisis actual.

Muchas aerolíneas debieron suspender vuelos y rutas a causa del coronavirus.

Gigantes en crisis

Emirates, la aerolínea más grande de Medio Oriente, con base con Dubai, que canceló casi todas sus rutas a China, Irán, Hong Kong y Singapur y vuela con restricciones a Arabia Saudita, admitió graves problemas y le solicitó a sus empleados que se tomen licencias sin goce de sueldo. Singapore Airlines también afronta una crisis y para contenerla, los directivos decidieron recortarse el sueldo y ofrecieron licencias no pagas para el personal.

Peor es la situación de El Al, la aerolínea de bandera israelí que planea despedir a 1000 de sus 6000 empleados debido a la baja de ingresos por la cancelación de varios vuelos. La compañía israelí estimó que sus pérdidas oscilarían entre US$50 y US$70 millones para el primer trimestre de este año.

Además de las cancelaciones a los destinos con alta circulación del virus, las aerolíneas también empiezan a suspender vuelos en otros destinos por la bajísima demanda, especialmente otras ciudades italianas.

Ryanair confirmó la cancelación de uno de cada cuatro operaciones entre el 17 de marzo y el 8 de abril, tanto de las conexiones internacionales como las internas en Italia. EasyJet, con gran volumen de vuelos hacia Italia, también suspendió varias rutas, incluso alejadas del norte italiano, foco de la propagación del Covid-19.

Además, anunció medidas de austeridad por la disminución significativa de la demanda, como recortes presupuestarios y congeló las contrataciones, las promociones y los salarios en toda la red. También se sumó a las aerolíneas que ofrecen vacaciones no remuneradas a sus empleados.

Finnair, la aerolínea finlandesa planea cesantías de forma temporal y por turnos a sus 6000 empleados, debido a la caída de la demanda.

El golpe también llegó al grupo aéreo IAG, de Iberia y British Airways que hará un ajuste de su operación y de la capacidad de asientos de algunas rutas frente a la crisis. Además de suspender vuelos a Asia, British suma cancelaciones de cientos de vuelos por Europa y Estados Unidos por la caída de la demanda.