Aquellas mujeres que tienen entre 50 y 60 años de edad, que consuman al menos dos porciones de nueces semanalmente tienen mucho más probabilidades de tener un envejecimiento más saludable en comparación con las mujeres que no lo hacen. Esto es según un estudio epidemiológico que fue publicado por la revista ‘Journal of Aging Research’.

Luego de tener en cuenta varios factores que podrían afectar la salud de los adultos mayores  como la educación y la actividad física, las nueces fueron el único fruto seco asociado con probabilidades significativamente mejores de un envejecimiento saludable.

En esta investigación, en la que estuvo involucrada la Comisión de Nuez de California, el envejecimiento saludable se definió como la longevidad con buena salud mental  y sin enfermedades crónicas importantes, problemas cognitivos o discapacidades físicas después de los 65 años.

Investigaciones anteriores de la investigadora principal, la doctora Francine Grodstein, anteriormente del Hospital Brigham and Women’s,  descubrieron que comer nueces puede tener un impacto positivo en la reducción del riesgo de discapacidades físicas en adultos mayores, así como en el deterioro cognitivo.

Además, otros en el mismo grupo de investigación han encontrado disminuciones en las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2, todas condiciones que se vuelven más comunes a medida que envejecemos. No existe una solución única para frenar los efectos del envejecimiento, pero adoptar los hábitos correctos, como comer un puñado de nueces, puede ayudar.

En este estudio, Grodstein analizó datos de 33.931 mujeres en el Estudio de Salud de Enfermeras (NHS) para evaluar la asociación entre el consumo de nueces y la salud general y el bienestar en el envejecimiento.

Se necesita más investigación para comprender si estos resultados son válidos entre los hombres. Además, a los participantes no se les asignó comer nueces u otros alimentos; simplemente se les preguntó sobre sus elecciones dietéticas.

Es posible que los sujetos informaron erróneamente su ingesta dietética ya que esta información fue recopilada por cuestionarios. Como estudio observacional, esto no prueba causa y efecto. Sin embargo, esta investigación arroja luz sobre hábitos simples que pueden influir en la salud durante los últimos años de la vida, como comer nueces.