El alcalde de San Antonio, Texas, Ron Nirenberg, declaró este lunes emergencia de salud pública local después de que una paciente del nuevo coronavirus (COVID-19) dio negativo dos veces a las pruebas y fue dada de alta por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), se paseó por un centro comercial y después regresó al centro para ser puesta en cuarentena de nuevo tras dar positivo a la enfermedad.

Nirenberg dijo que el dejar ir a la paciente, una de las personas que fue evacuada de Wuhan, epicentro del brote, en un avión enviado por el gobierno de Estados Unidos, y llevada en principio a la base de la Fuerza Aérea de San Antonio, fue una “metida de pata”.

La mujer fue dada de alta el sábado pasado del Centro de Enfermedades Infecciosas de Texas (TCID). La ciudad de San Antonio compartió el itinerario de la mujer, cuya identidad no se dio a conocer.

El sábado, tras salir del centro, fue llevada al hotel Holiday Inn Express Aeropuerto por un “conductor de una tercera parte”, a las 15:11, hora local. Dos minutos después, se presentó en el lobby y pidió un servicio de traslados para las 17:23 locales.

El transporte la llevó al centro comercial North Star, donde visitó las tiendas de Dillard’s, Talbot’s y Swarovski. Luego fue al área de comida, se quedó en un restaurante chino y comió sola. El itinerario subraya que “no estuvo en contacto cercano con nadie en el centro comercial”. Regresó al hotel a las 19:30 locales. 

El domingo, a las dos de la mañana, una ambulancia especial la trasladó de nuevo al TCID. Se le hizo un nuevo examen, que dio “levemente positivo” al COVID-19, por lo que se quedó internada de nuevo.

Nirenberg señaló que la declaración de emergencia está vigente desde hoy y durante un periodo máximo de siete días, con posibilidad de ser extendida o renovada.

Insistió en que el riesgo de exposición por la salida de la paciente es bajo, ya que estaba asintomática, interactuó con muy pocas personas y no estuvo en contacto cercano con nadie. 

Nirenberg pidió además a los estadounidenses que fueron evacuados del crucero Diamond Princess, en Japón, y trasladados a San Antonio, que se mantengan en cuarentena hasta que nuevas pruebas revelen que dan negativo.

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