Jóvenes científicos de Rusia y otros países europeos compusieron un ‘sándwich’ de silicio y elementos raros que tiene unos efectos ópticos inusuales.

Una colaboración en tecnología punta entre la Universidad ITMO de San Petersburgo (Rusia) y la Universidad de Exeter (Reino Unido) tuvo como resultado el desarrollo de un novedoso material compuesto cuyas propiedades ópticas cambian rápidamente de opaco a transparente y viceversa.

Lo importante es que lo hace sin impacto mecánico alguno, algo que permitiría utilizar el método en dispositivos ópticos modernos que requieren cambios constantes en sus propiedades para adaptarse al nivel de exposición a la luz. Hasta el momento para este fin es necesario utilizar distintos mecanismos que mueven los lentes, giran las superficies reflectoras o desplazan las fuentes de láser, destaca un artículo publicado este viernes en el sitio web Naked Science.

VIDEO: Presentan la primera lentilla implementada con realidad aumentada

Las superficies metálicas, comentó el investigador principal del proyecto, Iván Siniov, de ITMO, ofrecen “muchos efectos interesantes en el control de la luz”, pero también “tienen un problema: todas sus propiedades se fijan en el momento en que se fabrican y permanecen sin cambios”. Para el uso práctico, dice el tecnólogo ruso, es preferible poder “manejar estas propiedades no solo en el momento de la confección, sino también a medida que se usen”.

Junto a expertos de España y otros países que colaboran con la Universidad de Exeter, los científicos rusos eligieron los compuestos apropiados para el objetivo planteado. Optaron por el silicio y por el germanio, el antimonio y el telurio, tres elementos metaloides que tienen la memoria de cambio de fase, una propiedad clave para la transformación del estado cristalino en amorfo y viceversa.

Una fina capa de estos tres semimetales fue espolvoreada entre dos capas de silicio y el ‘sándwich’ resultante mostró un efecto muy importante: su grado de transparencia en luz infrarroja podía ser alterado a lo largo del experimento. El pulso de un láser alteraba el estado y las propiedades ópticas del material al calentar instantáneamente la capa semimetálica.

La revista Optica, que publica este mayo un artículo del grupo investigador, ha dedicado la portada de su última edición a este hallazgo tecnológico.

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