Los datos que llegan desde España provocan escalofríos. La cifra diaria de contagiados aumenta a una tasa del 25 por ciento y del total de infectados el 40 por ciento requiere hospitalización, lo que podría provocar un colapso en el sistema sanitario español. Hoy, como medida para impedir el tránsito de personas con países vecinos, el gobierno de Pedro Sánchez dispuso el cierre de fronteras terrestres, algo que Infobae anticipó la semana pasada.

España registró cerca de mil casos más de coronavirus en las últimas 24 horas, con un total de 8.744 casos confirmados, y 297 fallecidos, frente a los 288 del día anterior. La información fue dada este lunes por el coordinador de emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón. El salto de domingo a lunes fue menor que el registrado el fin de semana, cuando entre sábado y domingo los casos escalaron en unos 2.000.

No obstante, hay otro dato que alarma a los expertos: en España el brote está avanzando más rápidamente que en Italia, el país hasta el momento más golpeado por la epidemia de COVID-19. Las cifras no dejan margen para la duda y muestran que España, con unos días de retraso, está pasando por la misma situación de Italia, un país que el 24 de febrero ya tenía más de cien infectados, un número que España no alcanzó hasta ocho días después, el 3 de marzo.

El gobierno anunció el cierre de sus fronteras terrestres desde la medianoche de este lunes (23 GMT) para “contener la expansión del coronavirus”, anunció el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. La entrada en el país por vía terrestre sólo se permitirá a ciudadanos españoles, residentes en España, personal diplomático acreditado y a quienes aleguen “causas de fuerza mayor”, detalló el ministro.

Igualmente, España, que comparte una amplia frontera con Portugal y Francia, estará abierta al tráfico de mercancías, “para asegurar la cadena de abastecimiento”, dijo el ministro. Asimismo, apuntó que tampoco afectará al personal diplomático acreditado en España, siempre que hagan desplazamientos vinculados a sus funciones: “El objetivo no es otro que proteger la salud y la seguridad de los ciudadanos y contener la expansión del coronavirus”.

La disposición se aplicará “a partir de las 00H00 horas de esta noche [23H00 GMT] y hasta que concluya la declaración del estado de alarma”, decretado por el gobierno español el pasado sábado y vigente durante al menos 15 días.

En cuanto a los muertos, este lunes 16 de marzo, nueve días después de superar la decena de decesos, España cuenta 297 fallecidos por coronavirus.

Italia necesitó 12 días para alcanzar esa cifra, que ascendió a 1.809 el domingo. El número de contagiados en el país aumentó con 3.509 casos nuevos en 24 horas, llevando el total a casi 25.000. La región de la ciudad de Milán, capital de Lombardía (norte), sigue siendo la más afectada, con 1.218 muertos y 13.272 casos.

De continuar esta tendencia en España, podrían quedarse cortas las estimaciones del Gobierno de Pedro Sánchez, que el pasado viernes advirtió que el país podría tener para el final de esta semana más de 10.000 contagiados. Los técnicos del ministerio de Salud advirtieron sobre la posibilidad de terminar esta semana con cerca de los 20.000 infectados, según informaron medios españoles.

En todo el país, 410 personas se encontraban este lunes ingresadas en unidades de cuidados intensivos de hospitales, hasta un 70% de ellas en Madrid, la zona más afectada con más de la mitad de todos los casos (4.695), precisó Simón este lunes en rueda de prensa.

Ante el aumento exponencial de los casos del nuevo coronavirus en los últimos días que han llevado a España a ser el segundo país más afectado en Europa por detrás de Italia, el gobierno decretó la noche del sábado el estado de alarma e impuso serias restricciones de movimiento a sus habitantes.

Según estas medidas, los 46 millones de habitantes de España solo pueden salir de sus casas para comprar alimentos o medicinas, ir a trabajar o cuidar a personas dependientes.

Se trata de un cóctel que incluye un fármaco para la malaria y la artritis reumatoide y un antiviral que utilizan los pacientes con VIH.

Fue una idea del reconocido infectólogo Oriol Mitja y comenzó a probarse este lunes en el Hospital Germnas Trias de Badalona, un suburbio de Barcelona. Serán 199 personas que han dado positivas al test de coronavirus ls que tomarán el cóctel durante siete días. Mientras que 2.850 de sus contactos tomarán durante 4 días sólo el medicamento de la malaria.

Nuestra hipótesis es que se puede reducir así la carga viral y, si lo logramos, podríamos llegar a romper la cadena de transmisión de la infección”, explicó Oriol Mitjà al diario La Vanguardia. El COVID-19 es muy contagioso y los estudios muestran que puede transmitirse a cualquier persona con la que se tenga contacto durante 14 días. Incluso, los últimos estudios demuestran que puede hacerlo incluso en su fase latente inicial cuando el portador aún no tiene síntomas ni sabe que está infectado. “Sabemos además que entre el 10% y el 20% de los contactos se infectarán, hasta un 15% entre los más cercanos, los familiares”, advierte Mitja.

SI la combinación del antiviral y la cloroquina es exitosa, indica el especialista, la persona infectada dejará de ser infecciosa en menos días y la progresión del coronavirus podrá frenarse. Mientras tanto, la medicación que se le dispensará a sus contactos pretende, primero, que no llegue a desarrollar síntomas, y a la vez que deje de ser infeccioso en esa fase presintomática, antes de saber que es positivo.