Tu sistema inmunológico es una compleja matriz de células y sistemas que funcionan en conjunto para protegerte contra las enfermedades. El sucumbir o no ante los virus está frecuentemente relacionado con el estado de tu cuerpo y el estrés, el cansancio y la alimentación están involucrados.

El sistema inmunológico es el sistema natural de defensa del cuerpo contra bacterias, virus y microorganismos que causan enfermedades y también promueve los procesos efectivos de regeneración celular. Los jugadores clave son los glóbulos blancos que combaten las infecciones, los linfocitos, que viajan por el cuerpo a través del flujo sanguíneo, y los vasos linfáticos que son resguardados en los órganos linfoides –que incluyen las adenoides (en la parte trasera del tracto nasal), los vasos sanguíneos, la médula espinal, los nodos linfáticos, el baso, el intestino delgado, el timo y las amígdalas.

Para apoyar a tu sistema inmunológico, hay algunas cosas que puedes hacer antes de recurrir a los antibióticos (que, en todo caso, únicamente atacarán las infecciones bacterianas). A continuación, Vogue te ofrece los mejores consejos para estimular tu inmunidad.

1. ¡Bienvenidos, antioxidantes!

Cuando se trata de mantener a raya las gripes y los virus, la vitamina C ocupa un lugar sumamente importante, sin embargo los antioxidantes en general brindan un enorme apoyo a nuestro sistema inmunológico, reduciendo las células muertas y promoviendo el desarrollo de glóbulos blancos, esenciales para destruir a las bacterias dañinas.

Además, los antioxidantes juegan un papel clave en la regeneración del ADN dañado y estimulan la capacidad del cuerpo para curarse a sí mismo. Básicamente, los radicales libres generan una respuesta inflamatoria en las células, para neutralizarlas y reducir esta respuesta, debemos dejar que los antioxidantes hagan su trabajo. 

Tu alimentación es la mejor fuente posible de antioxidantes, por lo tanto, la recomendación es que que sumes algunos de los siguientes productos a tu lista de compras: moras, chocolate oscuro, alcachofa, café, frijoles, té verde, manzanas, tomates, vegetales de hojas verdes y pescados grasos.

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2. Ajo protector

El ajo ha sido considerado por mucho tiempo un superalimento. Este antiguo remedio contra las enfermedades ha demostrado tener múltiples beneficios para la salud.

El ingrediente activo del ajo, la alicina, cuenta con propiedades antibacteriales que ayudan a prevenir enfermedades e infecciones. Los beneficios residen básicamente en sus propiedades antiinflamatorias, que ayudan a mantener el sistema inmunológico funcionando de manera óptima.

Un estudio publicado en el Journal of Immunology Research halló que la alicina afecta directamente la estimulación del conteo de los glóbulos blancos, ideal para combatir los radicales libres y las bacterias nocivas. Teniendo esto en cuenta, la manera más recomendada de consumir ajo es incluirlo en tus recetas al cocinar o a través de suplementos alimenticios.

3. Los mejores suplementos para estimular tu sistema inmunológico son…

Vitamina D

 Promueve el buen estado de los huesos y es clave en la regulación del calcio.

Glutamina 

Un aminoácido que puede ayudar a nutrir tus intestinos, promueve la recuperación de las células y apoya el funcionamiento del sistema inmunológico.

Vitamina C

Si te sientes decaída, recuperar los niveles de vitamina C es una gran manera de ayudar a subir los niveles bajos de energía.

Zinc

El zinc es clave en la activación de las células T, que ayudan a apoyar la actividad de las células inmunológicas y, por lo tanto, es considerado un héroe poco valorado en la alimentación. Un suplemento de zinc te puede ayudar a reducir el ciclo de vida de los síntomas de gripes y resfriados.

Equinácea

Si te animas a probar la equinácea, la mejor forma de tomarla es en su presentación de tintura, ya que sus propiedades antivirales y antimicrobianas pueden ayudar tremendamente al funcionamiento del sistema inmunológico. Asimismo, sus poderosos efectos adaptogénicos, reducen el estrés y pueden fortalecer de manera indirecta al sistema inmunológico.

4. Buena salud intestinal

El hecho de que más del 70% de las células inmunológicas del cuerpo se localice en las paredes de los intestinos, explica por qué la buena salud intestinal es clave para nuestra que el cuerpo funcione de la mejor manera. El sistema digestivo juega un papel importante en nuestro sistema natural de desintoxicación, al ayudar al metabolismo de las toxinas del cuerpo.

Un incremento en el consumo de fibra ayudará a que cualquier toxina avance rápida y fácilmente a lo largo del intestino. La fibra tiene un impacto directo en la mejora de los microbiomas localizados en el interior de las paredes digestivas. Además de la fibra, también se recomienda incluir suplementos con pre y probióticos de buena calidad en tu dieta.

5. ¡Muévete!

Las caminatas constantes a paso ligero incrementan la circulación de los glóbulos blancos según reveló un estudio publicado por el diario de Medicina y Ciencia en Deporte y Ejercicio. El propósito principal de estas células inmunológicas es matar a cualquier bacterias, virus y microorganismo causante de enfermedades. También puedes conseguir los mismos beneficios con una rutina de ejercicios regular con peso (resistencia), la cual aumentará el ritmo cardiaco y la temperatura del cuerpo (otro factor que puede ayudar a eliminar las bacterias). Pero atención, porque este estudio, también incluye una importante advertencia: cualquier ejercicio de alta intensidad que se realice por 75 minutos o más, causa un pico hormonal que puede poner bajo amenaza al sistema inmunológico. De modo que, la clave es el equilibrio entre la alta y la baja intensidad –y si comienzas a sentirte decaída, no te esfuerces al máximo, pero eso sí, mantente en movimiento.

mujer corriendo vista desde arriba

6. Dormir bien

Una noche de sueño reparador y rejuvenecedor de buena calidad tiene infinitos beneficios, y entre ellos su impacto en el sistema inmunológico. Estudios del Pflügers Archiv – Diario Europeo de Fisiología han demostrado que tener las horas suficientes de sueño más un sistema circadiano equilibrado (el ciclo de sueño y vigilia del cuerpo y el cerebro) estimularán la producción de citocinas antiinflamatorias, que son las sustancias que produce el sistema inmunológico, y de células asesinas. Verás cómo esto mejorará la habilidad de tu cuerpo para combatir futuras infecciones.

7. Disminuye el consumo de alcohol

Al descomponer los macros del alcohol, lo que obtendrás, esencialmente, serán puros azúcares. Por tal razón, al consumirlo en exceso, el azúcar y/o el alcohol son los principales causantes de que el cuerpo disminuya su capacidad para producir glóbulos blancos, lo que te hace más vulnerable a sucumbir ante los virus y las bacterias. Con el tiempo, el alcohol puede convertirse en una seria amenaza para el funcionamiento de las células inmunológicas, haciendo que tu cuerpo sea más susceptible a las enfermedades. ¿La mejor manera de reducir su consumo? Prueba bebidas bajas en alcohol y alterna cada copa o coctel con un vaso de agua.